Unidad 2: Diferentes lenguajes visuales en el arte indígena chileno

miércoles, 3 de diciembre de 2014

EDUCAR

Educar es lo mismo
que ponerle un motor a una barca.
Hay que medir, pesar y equilibrar...
y poner todo en marcha.
Pero para eso
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino, 

un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar, 

mientras uno trabaja, 
que ese barco - ese niño -
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío 

llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, 

hasta islas lejanas.

                                                   Gabriel Celaya